lunes, 25 de febrero de 2013

Congelamiento en montaña

10 cosas que deberías saber sobre el frío extremo en la montaña:

1.- ¿Las friegas con nieve son un buen tratamiento de las congelaciones? 

Las friegas con nieve, al estar formadas por microcristales de hielo, lo único que pueden hacer es añadir a la lesión por congelación una lesión traumática. Extrapolando las cosas, es algo así como si pulverizásemos un vidrio en partículas finas y con ellas friccionásemos la zona lesionada. Mala idea.

2.- ¿Y los masajes? 

Lo mismo ocurre con los masajes que también traumatizan la zona afectada.

3.- ¿Y el calentamiento ante una buena hoguera?

El calentamiento ante una buena hoguera, si se tiene en cuenta que la anestesia producida por la congelación permite una excesiva aproximación indolora a la llama, lo único que suele hacer es añadir a la congelación una quemadura real.

4.- ¿Crees que un buen trago de una bebida alcohólica es una buena medida en la lucha contra el frío? 

Las bebidas alcohólicas producen una vasodilatación que aumenta momentáneamente la sensación de calor periférico. Con ello, lo único que se logra es destruir el mecanismo fisiológico de la vasoconstricción periférica que pone en marcha el organismo para luchar contra el frío y prevenir la hipotermia. Este mecanismo sacrifica las partes acras, y aún a costa de una posible amputación nos salva la vida

5.- ¿Crees que para evitar que se congele un pie es mejor llevar un sólo calcetín y que la bota quede algo holgada que llevar dos calcetines aunque el pie quede algo apretado? 

Todo aquello que oprima las partes acras dificulta la circulación y favorece la congelación. Usar dos calcetines puede hacer que la bota quede excesivamente ajustada y en lugar de preservar contra el frío favorezca su acción.

6.- ¿Te parece fácil que se pueda congelar la nariz y las orejas?

La nariz y las orejas, zonas ricamente vascularizadas, no dejan de ser partes acras que además están muy expuestas al frío. Por eso se congelan con facilidad.

7.- ¿Es mejor llevar dos jerséis finos que uno grueso para defenderse del frío? 

La superposición de capas de ropa, por interposición de cámaras de aire, tienen un efecto térmico demostrado desde hace tiempo. Además, permiten una mejor regulación de la protección contra el frío en dependencia del calor generado por el cuerpo en el esfuerzo.

8.- ¿Tiene algún interés beber abundantes líquidos para evitar las congelaciones? 

Una buena hidratación es fundamental para luchar contra la trombosis que suele añadirse a las congelaciones, ya que sirve para corregir algunos de los factores como: las pérdidas de líquidos consecutivas a la sudoración, evaporización y respiración y el aumento de la viscosidad sanguínea provocado por la poliglobulia que junto a la vasoconstricción determinan esta trombosis.

9.- ¿Te parece que la humedad y el viento favorecen la aparición de congelaciones? 

La acción del frío se ve multiplicada tanto por la humedad (hasta 14 veces) como por el viento (hasta 10 veces).

10.- ¿Y la altitud y el cansancio?

La hipoxia de la altitud, favorece la vasoconstricción periférica para aportar más oxígeno a los órganos vitales centrales, y el cansancio favorece la deshidratación y hace al individuo cesar la actividad y, por tanto, la producción de calor por el esfuerzo muscular.


Las lesiones localizadas por efecto del frío - congelaciones -, constituyen uno de los grandes problemas patológicos vinculados a la práctica del montañismo en ambientes de gran altitud. Así han llegado a convertirse en una auténtica "lacra" para el alpinista, que en los casos más graves de congelación puede sufrir extensas amputaciones.

La congelación es la presencia de agua congelada en los tejidos corporales, ocurre cuando la piel está expuesta a temperaturas muy bajas de forma prolongada y esto puede causar que el tejido del cuerpo se congele. Al congelarse se forman cristales de hielo dentro de la parte del cuerpo afectada, y la sangre no puede fluir adecuadamente a través del tejido congelado, esto ocasiona que el tejido quede privado de sangre y oxígeno. Además, el agua congelada, al dilatarse, provoca la destrucción de la paredes celulares y con ello la muerte de muchas de las células del tejido afectado, ésto en combinación con la falta de oxígeno provocado por la vasoconstricción causa daños importantes y generalmente la muerte de esos tejidos. Conviene tener en cuenta que si se administra calor excesivo tras la congelación también se podría provocar la muerte del tejido afectado y que si se produce una re-congelación las consecuencias se vuelven aún más graves.

Las partes más comunes del cuerpo que puede congelarse incluyen:
  • Dedos de las manos
  • Dedos de los pies
  • Orejas
  • Nariz
  • Manos
  • Los pies
  • Labios
  • Espinillas
  • Mejillas
  • Córneas
Los síntomas incluyen:
  • Hinchazón
  • Enfriamiento o endurecimiento del tejido
  • Torpeza
  • Apariencia cerosa de la piel
  • Rango de color de rojo a blanco y azul, dependiendo de la gravedad
  • Ampollas que pueden llenarse con líquido claro o sangrante
  • Adormecimiento, picazón, ardor, hormigueo
  • Dolor articular
Reconocer la congelación y atenderla de inmediato es prioritario, a continuación habrá que tomar una serie de medidas para evitar la progresión de la lesión.

  • Buscar refugio evitando una nueva o mayor exposición
  • No utilizar la parte congelada salvo necesidad vital. Caminar sobre los pies congelados no es inocuo, el trauma sobre el tejido congelado implica graves lesiones al recalentar.
  • Hasta llegar a un abrigo, estimular la actividad muscular para producir calor y evitar o combatir la hipotermia. Nunca emplear para estimular calor las partes congeladas.
  • Proteger del frío y de los traumatismos las partes congeladas
  • Dar bebidas calientes para combatir la deshidratación
  • Dar alimentos ricos en hidratos de carbono
  • Atender otras lesiones asociadas
  • Proceder al recalentamiento
Recalentamiento:

El recalentamiento debe efectuarse de forma rápida mediante la inmersión en agua a temperatura entorno a los 38º C. Hay que huir tanto del recalentamiento lento,  aquel que se realiza cuando se llega a un lugar de abrigo y la lesión se recalienta a temperatura ambiente, que produce recongelaciones (sobre todo si se hace de forma intermitente) como del excesivamente rápido que puede añadir una quemadura a la congelación ya existente. Como el proceso es doloroso, se deben administrar sedantes y analgésicos según la necesidad. Los movimientos y la manipulación deben realizarse con delicadeza y sin hacer masajes que empeorarían la lesión. A medida que progresa la descongelación, y en los casos de lesión reversible, aparece un color rosado, el proceso continúa hasta que se encuentre enrojecida, se sienta caliente el tacto y conserve el color rosado al retirarla del baño. Cuando las lesiones son irreversibles, aparecen las lesiones necróticas características y de mayor o menor extensión en profundidad. Es muy importante saber que el recalentamiento debe aplicarse lo antes posible (en plena montaña y con la extremidad aún fría), siempre que estemos convencidos que no se va a volver a congelar la parte afecta, para evitar la secuencia congelación-calentamiento-recongelación de dramáticas consecuencias, con una duración entre 15-30 minutos hasta que la zona afectada conserve espontáneamente la temperatura corporal y si hay heridas abiertas (rotura de las ampollas) se deberá disolver en el agua algún antiséptico jabonoso como la povidona yodada (Betadine). 

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