viernes, 16 de abril de 2010

La ascensión fugaz del Jebel Toubkal

Una vez en Marruecos, no tardamos en darnos cuenta de que el plan del viaje era bastante ajustado, y que no podríamos empezar la ascensión a la hora planeada.. Tendríamos que llegar a Imlil (1600m. de altitud) y dormir donde pudiésemos. Y al día siguiente madrugar con la intención de ascender el Toubkal(4167m. de altitud, el pico más alto de África del Norte) para después bajar a dormir al Refugio del Club Alpino Francés (CAF) y la mañana siguiente bajar pronto a Ilmil para continuar el acelerado pero inolvidable viaje.


El Domingo 28 de Marzo nos pusimos a andar a las 7:00am. Gracias a que los de la zona nos iban indicando las callejuelas y atajos, salimos pronto del pueblo y pudimos observar el panorama.


El camino ascendia lentamente hasta el fondo del valle, habíamos andado unas 2 horas. Allí el camino cruza el rió por un puente y el desnivel se acentúa.



Nos habían dicho que la nieve no empezaba hasta los 2800 metros, y nosotros aún, tras 3 horas andando, la veíamos lejos.



- Vamos Juanitrón!!!! Que al final se nos hace de noche!!!

Poco mas tarde ...

- Puto Richard!!! Que te duermes!!!

Todo eran bromas para que acelerásemos el paso ... aun nos quedaba lo peor.

 A las 4 horas de haber salido de Ilmil llegamos al refugio.




Nos encontramos con una parafernalia de montañeros, todos muy contentos, porque venían de bajar del Toubkal. Nos dijeron que teníamos tiempo aun para ascender al pico, ellos habían tardado 3 horas hasta la cima desde el refugio, y aun eran las 11:00.


Almorzamos algo, preparamos un macuto de ataque e hicimos unas fotos.


Sabíamos que la ascensión al pico desde el refugio a 3200 metros iba a ser mas corta que la que ya habíamos acometido, pero lo que no sabíamos es que iba a ser muchísimo más dura. La respiración empezó a coger ritmo jadeante, la cabeza empezaba a zumbarnos. (Estas placas de hielo no son lugar para marearse pensé ... ¿ deberíamos haber aclimatado?)

Luchando contra nuestro corazón, piernas y pulmones avanzábamos pocos metros de desnivel y parábamos. No se cuantas paradas de 5 o 10 segundos hicimos, pero más de 50.

El cansancio por el desnivel acumulado iba haciendo mella.

Bajaba de la cima un guía con sus clientes y nos aconsejó:

- Tenéis que subir hasta la cima con ritmo un par de horas más o nos os dará tiempo. Y no comáis, ni bebáis nada o lo vomitaréis.

El cuerpo suplicaba por un poco de descanso. Cada pequeña parada era como volver a estar arropado en mi cama de Madrid ...

Por fin llegamos al collado del Toubkal, los 4000 metros a nuestros pies. Y como no, los cuervos nos acompañaban por si las moscas ... ¿Tan mala cara teníamos?


Este momento merece una foto. Tanto esfuerzo esta francamente recompensado.


En la foto inferior se puede apreciar el largo camino de ascensión realizado, y mas cuatromiles al fondo.


¡¡¡¡Desde el collado por fin divisamos el pico!!!! No deben de quedar más de 45 minutos hasta alli.


Reponemos fuerzas, y nos ponemos en marcha. La ultima pala es un pedregal infernal, y algún que otro nevero traicionero.

- Me da igual, ahora puedo con todo, ya voy a llegar arriba!!!- Era mi único consuelo.

No nos quedaban ni 50 metros y aún tenía la sensación de que si salia corriendo para llegar por fín, se me doblarían las piernas a los 25 metros.

Una sonrisa se nos fué dibujando en la cara... esa carrera ya sí que la aguanto, últimos 10 metros!!!


Estuvimos un rato en la cima haciendo unas merecidas fotos y descansando un poco.
Después volvimos al collado a comer algo, puesto que habíamos abandonado la mochila de ataque allí.

Una vez estábamos comiendo en el collado nos cruzamos con un polaco que consideraba que aun era hora de ascender cuando ya eran las 17:15. El tío muy simpático, y muy convencido, nos dijo que venia desde Ilmil, al igual que nosotros. Y que pretendía volver a Ilmil esa tarde-noche aprovechando la luna llena.

Y la idea nos pareció inmejorable y todo un reto.

- Vamos a bajar al refugio, y si las piernas aun nos aguantan, pos para abajo. Así mañana podemos estar en Todra.

La bajada al refugio fue de los más divertida. Como era tarde la nieve estaba perfecta para jugar un poco. Que si tobogán por aquí, que si esquío hasta allá, ora me lleno el culo de nieve. Todo un cachondeo vamos.

- Esto son practicas de auto-detención.- Nos decíamos...

Llegamos al refugio y sin descansar demasiado, nos bajamos con la magnifica luz de la luna que nos dejo impresas en la retina la visión de una aventura inolvidable en el Atlas.


Un saludo a todos.
Ricardo Vallés Blanco


THE MOUNTAIN WEEKENDS MAD TEAM

1 comentario:

  1. Gran historia, gran aventura, gran viaje en general. Quiero añadir que fue un palizón de órdago, de los que te dejan marcado para siempre. Andamos durante 17 horas seguidas casi sin parar... Vimos amanecer y vimos el sol levantarse antes de llegar el refugio y llegamos hasta allí haciendo un buen tiempo, subimos hasta el pico disfrutando de una nieve perfecta para poder pasear sin crampones (por la mañana nos hubieran hecho falta) y ya desde las primeras palas de nieve al pasar el refugio nos quedamos literalmente sin aire. Llegar al pico fué entretenido, bonito y duro. Hacía falta un mínimo de preparación para subir y bajar desde el refugio... Bajamos hasta el refugio haciendo un poco el cabra y si, como teníamos gente esperándonos en Ilmil, decidimos bajar andando a la luz de la luna para que no nos tuvieran que estar esperando al día siguiente. Fué bonito y tranquilo, los pies dolían y las piernas fallaban pero mereció la pena.

    Ilmil - Jebel Toubkal - Ilmil en 17 horas... No pretendíamos batir ningún record, nos salió así y yo particularmente disfruté mucho y siento que es un pateo difícil de superar.

    Salu2

    ResponderEliminar