jueves, 22 de julio de 2010

Primer intento al Mont Blanc

Estamos escribiendo esto desde una tienda de campaña enorme montada a todo plan en un camping en Chamonix.

Fuera llueve a todo llover y dentro por fin tenemos luz para cargar el portatil, los móviles y las cámaras de fotos.

Nuestro día de hoy ha sido muy largo. El despertador ha sonado a la una de la mañana y después a la una y diez, por fin hemos conseguido levantarnos, ponernos todos nuestros artilugios (pantalón de nieve, forro polar, abrigos, arnés, cuerda, mochilas, cintas, cordinos, ochos, tornillos de hielo, botas, piolets, cascos y crampones) y salir a la aventura.

Ayer subimos desde Chamonix al Aguile du Midi en el teleférico cargados con todas nuestras cosas. Al llegar allí el tiempo era bastante malo y nos dió el tiempo justo para montar la tienda (bien montada, con su murete de hielo y todo) antes de que pasara una tormenta. Las previsiones para hoy no eran nada buenas y nos acostamos decididos pero con la duda de si el tiempo nos iba a dejar subir hasta el Mont Blanc.

Al salir de la tienda vimos como muchas hileras de luces surcaban el glaciar en dirección al collado del Tacul así que nos atamos y echamos a andar.

La subida por el glaciar ha sido espectacular. Nuestro ritmo era muy bueno y la aclimatación previa la hemos notado ya que en muy poco tiempo hemos cogido el final de la cola. Juntos, distintos grupos de muy diversas nacionalidades muchos de ellos acompañados por un guía, hemos ido superando todo tipo de obstáculos naturales: palas de nieve, grandes grietas en las que había que saltar o que escalar o grietas tan grandes que tuvimos que superarlas subiéndonos a una precaria escalera colocada allí por alguien.

Durante la ascensión, casi desde el principio, nos hemos ido cruzando con grupos que bajaban augurándonos muchísimo viento. Casi llegando al collado del Tacul, al final del glacial, se empezaron a cumplir todos esos augurios y nos vimos embestidos por un tremendo vendaval que provenía de todas direcciones y de ninguna. Las nubes iban y venían. Tan pronto nos veíamos envueltos en una espesa niebla cargada de un granizo fino que se clavaba en la piel como nos asombraba una claridad tal que nos permitía ver las luces Chamonix a unos tres mil metros más abajo.

Mucho frío y mucho viento a cuatro mil metros de altura, a eso de las tres o las cuatro de la mañana... Pero  decidimos a seguir adelante. Nos abrigamos un poco más y afrontamos la que debería haber sido la primera cumbre del día, el Mont Blanc du Tacul.

De todas esas hileras de luces solo quedaban tres grupos guiados de tres personas cada uno (dos personas y el guía) y nosotros. Tal y como estaba el tiempo preferimos esperar a que alguien se decidiera a seguir y en cuanto empezó uno de los grupos nosotros fuímos detrás. Seguimos ascendiendo hasta llegar a la cima, una gran cresta de nieve redondeada coronada por un bloque de roca y hielo de unos 20 o 30 metros de altura al que tuvimos que trepar sin no poco esfuerzo.

Nos llevó un rato largo llegar hasta ahí, a la cima del Mont Blanc du Tacul, cima que no habríamos pisado si hubiéramos hecho la ruta de los tres cuatromiles.

Ya habíamos descartado la posibilidad de un ataque al Mont Blanc al ver el temporal de frío y viento que azotaba las cumbres, así que nos bajamos como pudimos del Tacul. Nos hicimos unas cuantas fotos y vídeos del amanecer mientras bajábamos por el glaciar, dejamos las cosas en nuestra tienda y nos subimos al refugio de Los Cósmicos ("Les Cosmiques" creo que se escribe) a "desayunar".

Nuestra intención al subir al refugio era ver si podíamos coger víveres para poder resitir ahí arriba un par de noches más y hacer más ataques al Mont Blanc pero tan solo nos encontramos malas noticias. Las mismas malas noticias que caen aquí en el camping de Chamonix a todo caer y que a cuatro mil metros de altura tiene que ser una ventisca de esas que congelan hasta el alcohol de quemar.

Nos ha costado decidirnos. ¿Quedarnos y resistir un día y medio de ventisca, muertos de frío, cansados y mojados o bajar al camping a ver llover? Y aquí estamos, en el camping de Chamonix de cuyo nombre no puedo acordarme. Un camping en el que si no para de llover acabaremos inundados y puede que electrocutados ya que crecen por momentos los charcos alrededor de la tienda.

Dan buen tiempo del sábado en adelante. El domingo volveremos a intentarlo y hasta entonces descansaremos todo lo que esta maldita lluvia nos deje.

Os dejamos unas cuantas fotos de estos dos últimos días. (De baja calidad)









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2 comentarios:

  1. esectacular las fotos .asi me gusta que seais prudentes y sensatos espero que el doming os haga bueno besos de tu padre ricar

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  2. Ánimo!! A ver si llega el domingo y teneis suerte :)

    1 beso

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